Escocia ha impuesto una moratoria en la planificación de permisos de exploración de gas de esquisto (fracking) dos días después de que una prohibición en todo el Reino Unido fuese rechazada por los parlamentarios en Westminster.
El Parlamento escocés llevará a cabo una consulta pública y una investigación sobre el impacto de la extracción de gas de esquisto en la salud pública antes de emitir nuevos permisos.
El anuncio fue hecho por el ministro de Energía de Escocia, Fergus Ewing quien representa al a la pro-UE del Partido Nacional Escocés. El Partido Laborista también apoya la prohibición del fracking si no se realiza con las garantías adecuadas, y ha calificado de "fanática" la postura claramente a favor del gobierno británico.
El primer ministro británico, David Cameron, dijo esta semana que va a ir "a por todas" en relación con el fracking, pues considera que ayudará a garantizar la seguridad energética, mantener los precios bajos y ayudar a combatir el cambio climático.
Se estima que Escocia tiene alrededor de 80.000 millones de metros cúbicos de reservas de gas de esquisto, lo suficiente para cubrir todas las necesidades de gas de Gran Bretaña durante más de 30 años.
El eurodiputado conservador Ian Duncan ha reaccionado airadamente al anuncio diciendo que el gobierno escocés está jugando con los puestos de trabajo escoceses. "El Gobierno escocés ya está en posesión de un importante cuerpo de evidencias con respecto a la seguridad y el éxito de los métodos de extracción por fracking", dijo Duncan.
"En un momento en el que los puestos de trabajo [de la industria petrolera del] mar del Norte están bajo tal presión intensa, parece perverso que el Gobierno escocés esté dispuesto a pasar por alto las oportunidades representadas por el gas y el petróleo no convencional ", agregó.
La rama escocesa de la ONG ambientalista Friends of the Earth (Amigos de la Tierra) declaró que la prohibición era "una prueba de la perseverancia de las personas y comunidades de todo el país que han luchado incansablemente contra esta industria en los últimos años." "Recurrir a los nuevos combustibles fósiles es la última cosa que necesitamos en el contexto de las últimas advertencias urgentes de la ciencia del clima" concluyó.
Fuente: Euractiv